Cuando leo un libro que está escrito y narrado en forma espléndida, me pasa lo mismo que cuando veo la actuación de un excelente mago (ambos casos, en mi opinión obviamente); se me quitan las ganas de escribir y ser mago.
Memorias de Adriano es el tercer libro de este ciclo y fue una recomendación por cortesía de mi maestra de escritura (aunque fui el piorcito) Raquel Olvera. El libro me pareció excelente, es la autobiografía del emperador romano Adriano, escrita en primera persona en una carta dirigida a Marco Aurelio quien todavía es un adolescente y será uno de sus sucesores.
Durante su imperio, Roma vivió una etapa gloriosa. En la carta reflexiona sobre su vida, revelando una personalidad contrastante. Fue amante de la paz, pero encabezó acciones militares terribles; estadista visionario; buen administrador; estudioso (narra que viajaba con cientos de libros) y versado en las artes, pero supersticioso; filósofo; le gustaba disfrutar de los placeres mundanos; y su matrimonio con Sabina fue solo una formalidad con quien no tuvo hijos, tuvo una relación con el joven Antinoo cuya muerte le causó gran tristeza (nombró una ciudad en su honor).
El libro fue escrito por la escritora francesa de origen belga Marguerite Yourcenar y la versión en español fue traducida por Julio Cortázar; siempre queda la duda, especialmente cuando uno no ha leído la versión original, qué tanto contribuyó el traductor, en este caso, a un muy buen texto en español. La versión que tengo incluye dos apartados de notas; en el primero la autora narra las etapas y vicisitudes que tuvo para escribir el libro, el cual comenzó a escribirlo en 1924, cuando tenía veinte años y todavía en una nota de 1949 comenta que mientras más trata de lograr un retrato fiel de Adriano más se aleja del hombre. En las otras notas se describen las fuentes consultadas para darle mayor fidelidad a los hechos, aunque el autor de la nota reconoce que no se hubiera requerido ya que se trata de una novela; las notas señalan los pocos puntos en los que no hubo apego a la historia.
Dr. Puck
31 de enero de 2018.