Una de las ventajas de no ser un lector completo o experto, como yo, es que uno lee lo que le late de manera caótica y cuando quiere. Supe de la Gramática de la fantasía; Introducción al arte de contar historias como resultado de una plática breve con Aldo Méndez sobre Las cartas de Propp en un taller introductorio de narración. Lo adquirí cuando me faltaba llegar al mínimo de compra para tener envío gratis.
Así que después de varios meses de servirle de apoyo a la urraca lectora finalmente lo leí y aquí comparto una breve nota dirigida a lectores que, como yo, por cualquier razón desconocen a Gianni Rodari y su obra pero que de cualquier manera desean elaborar historias (principalmente para niños) o que guían (o desean guiar) a niños a que comiencen a elaborar sus propias historias de manera escrita u oral. Lectores y escritores expertos esto no es para ustedes, la nota no en un análisis riguroso.
Gianni Rodari fue un escritor, pedagogo y periodista italiano especializado en literatura infantil y juvenil. Él les leía a niños, los escuchaba, los observaba, los ponía a jugar y la Gramática de la fantasía es una recopilación de: “algunas formas de inventar historias para niños y de cómo ayudarlos a inventar historias por sí solos… Se trata sólo de la invención por medio de las palabras…” En el mismo libro se sugieren que estas técnicas podrían ser trasladadas a otros lenguajes (un solo narrador, un grupo de narradores, volverse teatro, representación de títeres, historieta, juego infantil, etc.)
Se cubren unas cuarenta formas de inventar historias, partiendo del binomio fantástico considerando que el pensamiento se forma por parejas. El autor sostiene que una historia solamente puede nacer de un binomio fantástico. A partir de esto se describen otras técnica por ejemplo: Las hipótesis fantásticas (¿qué pasaría sí…?), A equivocar las historias, Los cuentos al revés…
Discute con cierto detalle las llamadas Cartas de Propp que fue el resultado del trabajo del etnólogo ruso Vladimir Propp que hizo sobre los cuentos populares. En ese trabajo Propp formuló tres principios: 1) Los elementos constantes, fijos del cuento, son las funciones de los personajes, independientemente de quién actúe y de la forma de actuación; 2) El número de funciones que aparecen en los cuentos mágicos es limitado; 3) la sucesión de funciones siempre es idéntica.
El libro tiene un capítulo final “Fichas” en el cual se desglosan algunas técnicas con mayor información y referencias bibliográficas. El perfil de Gianni Rodari me confirma la creencia personal que los buenos escritores son, en su mayoría, grandes lectores y estudiosos, además de su talento de escritores. En el libro se da una probadita de la vasta cultura del autor, así como la amplia experiencia como lector, narrador, titiritero, etc. y no se diga como escritor.
Como nota curiosa, Gianni Rodari comenta sobre las historias “tabú” y menciona que escribió una novela completamente “excrementicia” junto con su tribu familiar y termina diciendo: “Si un día escribo esta historia, iré a entregar el manuscrito a un notario, con la orden de que se publique alrededor del 2017, cuando el concepto de “mal gusto” haya tenido su evolución necesaria e inevitable.”
Creo que esta propuesta sin duda enriquece de estímulos el medio ambiente en el que crece el niño, por lo cual debería ser considerada por todos aquellos que trabajan con y para niños, como promotores de la lectura y la escritura. Me imagino que también los adultos que escriben para niños pueden beneficiarse de conocer y aplicar una o varias de las técnicas propuestas.
Dr. Puck
Febrero 19 , 2017